La cajita de los sueños
Había
una vez, una hermosa niña que vivía en un pueblo humilde, donde venían muchos
forasteros que venían a comprarles cosas a los que vivían en el pueblo, donde a
veces nadie compraba nada… Pero la hermosa niña no le importa ser pobre, le
gustaba salir a jugar con sus amigos y saltar en los charcos, después que
llovía. Un día sus padres le pidieron a la niña que si podía ayudarles a traer
más dinero, ya que casi no se podía vender mucho, la niña tuvo una idea. Se fue
corriendo y tomó una vieja flauta que tenia y se la enseñó a su mamá, la mamá
le pareció estupenda y al papá le gusta -¡Mamita! Así puedo traer más, para mi
hermanito. La niña se fue corriendo, al centro del pueblo, donde había una
pequeña fuentecita, y ahí empezó a tocar la pequeña flauta, tocaba la hermosa
melodía y todos encantados le aplaudían, pero nadie se le acercó. Ni una moneda
tenía en la vieja tacita, entonces se sentó en la fuentecita y miró hacia
arriba y vio más allá de las montañas y pensó -Tal vez si salgó del pueblo, tal
vez consiga más monedas. Y así fue la niña se armo de coraje y empezó a
caminar. Caminó hasta que no pudo más, se sentó en una piedrita y cuando la
niña volvió a ver detrás de su espalda, se quedó asombrada, era un hermoso
bosque, con muchas mariposas, flores de todos colores, unos arbustos que
parecía nubes y árboles con muchas frutas de toda clase, eso le levanto el ánimo
ya que estaba con un hueco en el estómago y con mucho sueño la niña tomó
fuerzas y salió corriendo, se subió a una manzana y se la comió, con mucha
felicidad toco el cielo con las manos, pensó en sus padres y tomó otras
manzanas y se las echó en los bolsillos del vestido. Con mucho sueño, se acostó
sobre un montón de hojas, y se durmió como 2 horas y cuando se despertó, ya era
de noche, la niña se asustó y de la nada salió corriendo, muy asustada, se cayó
y se puso a llorar cuando vio una hermosa luz, era una pequeña cajita de
música, y en la tapita decía “Los sueños es lo más hermoso que tenemos” la
ilumino con su consejo. La niña sonrió y con lágrimas en los ojos, dijo –Si
eres una cajita de los sueños, yo sueño con volver con mis padres y mi futuro
hermanito, llévame cajita con miles de brillos. La niña empezó a tener sueño y
se durmió al despertarse, estaba en su camita y alrededor se encontraban sus
padres, ¡muy feliz! Dijo -¿Mamita eres tú? Su madre moviendo la su cabeza el dijo
sí soy yo. Desde ese día la niña sabía que sus sueños se podían hacer realidad,
la pequeña cajita tenía una hermosa melodía era como si los ángeles tocaran sus
instrumentos, que hacían, que todos los niños se puedan dormir, desde ahí la
niña dormía tranquila y cada vez soñaba más y más que tal vez algún día sus
sueños se harían realidad.
Autora:
Camila Kribchuk
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